Terminando una nueva etapa en mi vida profesional, alcanzando la meta que nos propusimos arrancando el año con la empresa Linio, lo hicimos en un tiempo récord, superando nuestras expectativas, cambiamos la forma de trabajar dentro de Photostudio.
Me tocó ser parte de este cambio y de dejar mi granito de arena sobre todo en el trabajo con joyería y toda la parte de moda dentro de la empresa. Pero lo más importante, y siempre lo voy a agradecer, es que los cambios no se hacen solos, es el esfuerzo de mucha gente y de la suma de talentos. Encontré un puñado de gente llena de talento que nos permitió formar un gran equipo de trabajo. Gracias a Karen, Monica, Ale, Eunice, Ilse, Mosh, Miguel, David, Edmundo y a mi carnalazo Freddy, por el trabajo, por las enseñanzas y por todo lo que nos toco vivir en este periodo, son una gran escuela.
Siempre he creído que las empresas no se forman de la nada, que viven, crecen y se fortalecen por la gente que les da un carácter y un alma a cualquier empresa. Y Lino no es la excepción, hay muchísimo, muchísima gente que le da vida a esta empresa y son tantos que no caben en este texto, a todos ellos mi agradecimiento por todo.
Me quedo con la gente, con los recuerdos, con las nuevas experiencias y con un nuevo camino por recorrer. Muchas gracias y nos volveremos a ver en el camino de la fotografía.
