No hay límite de edad para capacitarse… Con todas las ganas

¿Cuándo fue la última vez que decidieron capacitarse, tomar un curso, retomar una vieja pasión o  aprender algo nuevo?. ¿Y cuál fue el último pretexto que pusieron para renovarse o experimentar? De todas las facetas que me ha tocado vivir a nivel profesional, nada he disfrutado tanto como dar clases y de nadie he aprendido tanto como de los alumnos, no tenia idea de las posibilidades de aprendizaje que ofrece el impartir un curso.

La historia de hoy es una lección que me dejó el señor Julio Camil. Lo conocí hace unos cuantos años, prácticamente toda su vida se ha dedicado a la fotografía, el rollo, el cuarto oscuro y los químicos fueron parte fundamental de su camino como Fotoperiodista, hasta que llegó el punto de dar un salto a lo digital. 

201o fue un año importante para Egipto ya que la crisis política llevó a la sociedad un punto de ruptura con su gobierno, una serie de manifestaciones callejeras dieron pie a la llamada Primavera Árabe. Pocas veces podemos ser testigos de un suceso histórico de estas características, al Señor Camil no sólo le toco ser testigo presencial de un suceso importante el año 2013, además tuvo la fortuna de poder grabar el inicio de un golpe militar.

Cuando estaba en El Cairo, me pasó algo curioso, un taxista me preguntó si me iba a quedar mucho tiempo, me contó que los egipcios tendrían una revolución, hablaba con tal determinación que parecía increíble, me quedé, y efectivamente me tocó ser testigo, a través de mi cámara, de la primavera árabe, uno de los sucesos políticos más importantes del Siglo XXI.

Contaba con material único, deseaba darle forma y significado, encontró un Adobe Premiere una herramienta y alternativa para estructurar su video, entonces nos pusimos a trabajar muy dura en que tuviera las bases necesarias para editar su video. No se imaginan la alegría y el entusiasmo que mostraba él, nada más de pensar las posibilidades que podia tener su material, con más de 70 años de vida, casi siempre acompañado de una cámara, estaba dando el primer paso para aprender a utilizar una nueva herramienta.

Que es lo más admirable de todo esto, bien pudo pagarle a alguien para que realizara la edición de su documento visual, era una salida fácil y rápida, pero no se conformó con eso, El quizo ser parte integral y fundamental  de todo, sabia que le iba a llevar más tiempo, pero la satisfacción sería mucho mayor, poco a poco empezó a adentrarse en construir su idea, a darle forma y sentido a lo que vivió. A mi me correspondía guiarlo y orientarlo, jamas me permitió realizar algo de la edición, aunque amablemente escuchaba mis recomendaciones. Creo que es lo más parecido a construir un sueño.

Aquí tienen el resultado final de este sueño, de esa visión. Es un producto realizado 100% por Julio Camil, desde la cámara hasta la edición, la estructura y el texto son de él también. Véanlo con los ojos de alguien que decidió aprender algo nuevo, de alguien que se aventuro en nuevas ideas, de alguien que no se detiene para lograr lo que quiere, pero sobre todo con los ojos de alguien que está convencido que quiere morir con una cámara entre sus ojos.