De repente el mundo se paralizó. En un momento del 2020 el mundo se sacudió y enfrentó una crisis mundial de salud que nos obligó a aislarnos para estar protegidos. Ese acto de distanciarnos para cuidarnos los unos a los otros, nos cambió la forma en que trabajamos, en que interactuamos, la forma en que tomamos clases, la forma en que vestimos, en nuestra higiene y dio pie a cuestionarnos nuestro futuro y la forma en que llevamos la vida cotidiana.
La vida es un instante, un suspiro. Pero esa fracción de tiempo que constituye la vida, la construimos de nuestra historia de vida, de lo bueno y lo malo, y de la gente que nos acompaña en este viaje. Sin duda lo más duro que creo que hemos sufrido la mayoría de nosotros es no poder ver a nuestras familias, en muchos casos nos vimos obligados a no poder visitar a nuestros padres, nuestros hijos y hermanos.
Y los humanos somos raros, a veces valoramos lo que nos rodea a partir de perderlo, por ejemplo nuestra libertad. Y lo que está ocurriendo en el mundo nos da una oportunidad de valorar a nuestros seres queridos, de extrañarlos, de desear valorarlos, de reír con ellos y de construir nuevas historias.
Pero en medio de la crisis, en medio de la incertidumbre, siempre nace una luz de esperanza y de fe, que nos deja creer en que siempre tendremos un futuro mejor. La serie de fotos que les comparto el día de hoy significa eso. Nacer y renacer a partir de la nueva vida. Hace una par de meses, una pareja de amigos me dieron la oportunidad de hacerles una sesión familiar, una sesión de embarazo. Su niña nació en una crisis mundial, pero a ellos los llenó de vida, los llenó de fe, de fortaleza y los dejó con una buena carga de amor.
La fortaleza no es lo que soportamos, es lo que superamos a pesar de las circunstancias. El amor no es un sacrificio, es lo que hacemos juntos para seguir unidos. La vida es hermosa, tiene un encanto mágico de construir tu historia, de saberte llevar, de saberte guiar. Gracias Myriam y Lenny, por permitirme ser parte del milagro de recordar estos momentos. Gracias por contagiarnos de su amor y fortaleza, tan necesaria en estos días. Gracias por su amistad.
Cada día es una oportunidad de construir un futuro mejor.