Soñar en convertirse en fotógrafo es una cosa, luchar toda tú vida para conseguirlo, no desistir, no rendirse a pesar de todo es una cosa totalmente distinta. ¿Qué significa luchar por un sueño? ¿Cuánto estas dispuesto a entregar? Hoy traigo la historia de un hombre que ha enfrentado infinidad de circunstancias a lo largo de su vida, y a pesar de todo, no se ha rendido por mantener vivo su sueño, José Fernando Rojas lleva décadas dandole forma y sentido a su sueño de ser fotógrafo, una revista cambio su vida cuando decidió convertirse en fotógrafo y nada lo ha podido detener: Sufrir atrofia neuromuscular desde pequeño, perder una de sus extremidades, malas decisiones médicas, crisis económicas, el robo de todo su equipo fotográfico y desde hace unos años necesitar de una silla de ruedas, pero nada ha impedido que se especializara en iluminación y Boudoir, que formara su sueño, aquí la historia de Fernando mejor conocido como Monsieur Boudoir.
Formado a la antigua.
Hace 4 días recibí una llamada de Fernando desde Guadalajara, hablábamos sobre mis cursos online, él, honesto y directo: Me late todo esto de las redes, pero yo me formé a la antigua, a mi me gusta platicar con la gente en persona, conocerlos aunque sea una vez, este fin de semana voy a estar en México, te late que nos veamos para platicar. Y así 2 perfectos desconocidos nos reunimos y la charla se convirtió en una lección para mi, una lección de vida y una gran lección sobre fotografía.
Fernando no está formado a la antigua únicamente en cuando a platicar y conocer a la gente, si no a nivel fotográfico también. Me dejó maravillado con su portafolio y me deja unos puntos para compartir con ustedes y las grandes ventajas que tiene el hacer las cosas desde las bases.
95 % de su trabajo está hecho desde la cámara, sin una pizca de retoque, ni photoshop, por el simple hecho de que su escuela es hacer las cosas bien desde el principio, eso implica dedicarle horas enteras a la planeación y desarrollo de una fotografía.
El poder de la iluminación, ahí está la clave del trabajo y la calidad de Fernando. Controlar y dirigir la luz lo ha llevado en algunas ocaciones a utilizar 6, 8 o más flashes para lograr una fotografía, lo que sea necesario para conseguirla desde la cámara, ésta forma de trabajar es lo que le permite no depender de retoques o trucos para lograr una gran imagen.
Un portafolio impreso lleno de historia, ahora todo el trabajo se muestra en digital con dispositivos o desde internet, él prefiere mostrar su trabajo en físico, que se pueda palpar, oler y sentir, mucho de su trabajo ha sido generado en formato análogo y eso le da un plus que pocos pueden tener hoy en día.
La importancia de invertir en formación y preparación, pero sobre invirtió demasiado en formar un portafolio de calidad, sumando recurso y talentos de modelos, maquillistas, amigos, fotógrafos y familia a los que les agradece enormemente ser parte de este sueño.
Los 4 puntos cardinales de la condición humana.
Una visión sobre la fotografía y respeto sobre ella lo llevó a dedicarle mucho tiempo a formarse, a los 21 años ya trabajaba de manera profesional en la fotografía. Ésta profesión lo llevó a conocer y retratar lo que él denomina los 4 puntos cardinales de la condición humana: la riqueza y la pobreza, gente llena de bondad y la podredumbre humana; a los que tienen todo, a los que no tiene nada, a los que dan sin recibir y a los que roban y matan por obtener algo.
Y fue este andar por los cuatro puntos cardinales donde ha vivido sus mejores y peores experiencias al lado de la fotografía, así fue como en uno de sus encuentros con la podredumbre humana buscando una fotografía le robaron todo su equipo fotográfico, toda su inversión le fue arrebatada de un solo golpe, sin duda un golpe anímico y económico muy fuerte que ha puesto en pausa su proyecto fotográfico, pero que no mermo en su sueño y deseos de seguir haciendo fotografías.
Un sueño que no termina.
A pesar de todo el sueño no se apaga, Fernando sigue dando todo por su amor a la fotografía, un día se enamoró de la belleza de la mujer, por dentro y por fuera. Se maravillaba de las fotografías que veía en las revistas y se preguntaba cómo es que las lograban, esa búsqueda lo dejo en el camino de la iluminación y la importancia de controlar, entender y leer la luz, su mejor aliada en su trabajo. Él lo tiene claro, va a seguir cumpliendo su sueños hasta su último aliento. El cuerpo es frágil pero el espíritu no se quiebra tan fácilmente cuando se traza una meta de vida, cuando se tiene un sueño que vivir, gracias Monsieur Boudoir por la lección y la charla, pero sobre todo gracias por su espíritu indomable.
Les dejo un making of de una sesión de Fernando, no dejen de seguirlo en su Facebook y Flickr que pronto nos dará nuevas fotografías.